El pasado miércoles, acompañé a Francisco, Enrique y Monse al Club de Ajedrez Ruy López de Quilpué para disputar la fase comunal de los Juegos Deportivos Escolares (ex Bicentenario), a los que nuestro taller asiste hace varios años. Los chiquillos se preparaban hace tiempo para medirse con los mejores ajedrecistas de los demás colegios de Quilpué. Esperábamos encontrarnos con unos veinte competidores en varones y una cantidad algo menor en damas. Incluso, habíamos anticipado quiénes podían ser los rivales más complicados en esta ronda, conocidos de los torneos AREA 5: una jugadora de Los Reyes, un chico del Colegio San Nicolás, y Kevin Alarcón, del Colegio Aconcagua.
Lamentablemente, nuestras expectativas de tener un buen torneo no se cumplieron. Apenas dos jugadores, aparte de los nuestros, llegaron a la cita. La Monse era la única dama presente, por lo que clasificó a la siguiente fase sin haber movido un solo peón, quedando vacante todavía un cupo femenino para el provincial; si la Camila, ausente por enfermedad, se hubiese presentado, habría clasificado también. Los cuatro varones (Enrique, Francisco, el mencionado Kevin Alarcón y un alumno del Colegio Eleuterio Ramírez) jugaron por los dos cupos disponibles en un round robin muy rápido y poco interesante, deportivamente hablando, por el escaso número de jugadores. Finalmente, Kevin Alarcón y Francisco Bastías se quedaron con la clasificación a la siguiente ronda.
La más probable explicación para la falta de jugadores es, según pude averiguar, que desde la municipalidad no se avisó a los colegios que el torneo se celebraba el miércoles. Lamentablemente, la administración regional del IND delega en los encargados comunales de deportes la coordinación y realización de los torneos locales en todas las disciplinas. Si este nivel falla en entregar la información, muchos deportistas escolares destacados perderán la oportunidad de participar en los juegos. En esta ocasión, nosotros nos enteramos del torneo porque tenemos contacto con la gente del club; por su parte, Kevin también se enteró de manera informal. Pero nunca llegó la información a los colegios desde las autoridades comunales.
Quisiera decir que este tipo de cosas no suceden a menudo, pero no puedo hacerlo. Una de los dos participaciones fallidas de la Lili en los Juegos se frustró porque el encargado comunal nos dio mal la hora del torneo clasificatorio. La otra, se debió a una errónea interpretación de las bases de los Juegos, por parte de la propia administración regional de Chiledeportes (si los mismos organizadores no tienen claras las bases del torneo, entonces quién). Pero tampoco suceden sólo en Quilpué. En Quillota, este mismo año, se vivió una situación similar a la nuestra, cuando a la convocatoria al torneo comunal llegaron apenas ocho jugadores.
Decepciona comprobar que no existe ni preocupación por las actividades deportivas escolares, ni por los niños que las practican. Es lamentable comprobar también que las mismas autoridades comunales y regionales a las que les gusta destacar en la prensa y en sus páginas web institucionales los éxitos deportivos de los niños con fines publicitarios, no demuestran la misma preocupación ni por las actividades cotidianas de los talleres extraescolares, ni por sus competencias. Este tipo de situaciones sólo dificultan el esfuerzo de aquellos que, como nuestro taller, intentan fomentar la práctica de actividades deportivas en los niños y jóvenes en el nivel micro, en la escuela, en el barrio, donde su aporte es más valioso e irremplazable.